Poesías matemáticas 2

El ángel de los números 

 

 

Vírgenes con escuadras

y compases, velando

las celestes pizarras

 

Y el ángel de los números,

pensativo,volando

del 1 al 2, del 2

al 3, del 3 al 4.

 

Tizas frías y esponjas

rayaban y borraban

la luz de los espacios.

 

Ni el sol, luna, ni estrellas,

ni el repentino verde

del rayo y el relámpago,

ni el aire. Sólo nieblas.

 

Vírgenes sin escuadras,

sin compases, llorando.

Y en las muertas pizarras,

el ángel de los números,

sin vida, amortajado

sobre el 1 y el 2,

sobre el 3, sobre el 4 ...

 

                                                                                   Rafael Alberti

 

 ELLOS

 A Tonatiuh y Deyanira.

 

Desde la matriz

hasta el límite infinito,

divergiendo o aproximando,

todo deriva finalmente,

a un propósito definido.

Te ofrecerán ideales,

anillos y hasta campos.

Aunque no faltará un elemento

que quiera dividirlos,

(si de variables se trata,

seguro preferirás las primas). 

Únicos o en grupo,

por conseguirlo,

los más serán naturales,

discretos y constantes,

alguno irracional,

otro degenerado

y no faltará aquel

que se reduzca al absurdo,

o se haga nudo,

pero todos intentarán,

n-veces lo juro,

hacerte bien feliz,

sí, ellos...

los números.

 

 Eréndira Munguía V.   

 

 

Escorial II

 

En vez de soñar, contar.

La fachada del oeste

tiene

seiscientas doce ventanas.

 

Por la primavera van

en su cielo, hacia el domingo

una, dos, tres, cuatro, cinco

nubes blancas.

 

Yo te quiero a ti, y a ti

y a ti.

A tres os quiero yo.

A las doce el tiempo da

doce campanadas.

 

Y ya no podrá escapárseme

en las volandas del sueño

la mañana. Haré la raya

para ir sumando: seiscientas

doce, más cinco, más tres,

más doce.

 

¡Qué felicidad igual

a seiscientas treinta y dos!

En abril,al mediodía

cuenta clara.


 

Pedro Salinas

 

… el palacio que el Emperador Amarillo de la parábola muestra al poeta no tiene límite discernible; como el laberinto del que habla un poema del Elogio de la sombra, no tiene ni fin ni principio, ni centro ni muro de demarcación:

 

No habrá nunca una puerta. Estás adentro

Y el alcázar abarca el universo

Y no tiene ni anverso ni reverso

Ni externo muro ni secreto centro.  

"Elogio de la sombra” Borges

 

 

 

Zeus no podría desatar las redes

De piedra que me cercan.

He olvidado Los hombres que antes fui; sigo el odiado

Camino de monótonas paredes

Que es mi destino. Rectas galerías

Que se curvan en círculos secretos

Al cabo de los años ( ... )

Sé que en la sombra hay Otro, cuya suerte

Es fatigar las largas soledades

Que tejen y destejen este Hades

Y ansiar mi sangre y desear mi muerte.

Nos buscamos los dos. Ojalá fuera

Este el último día de la espera.  

Borges

 

Los contadores de estrellas

Yo estoy cansado.

                        Miro

esta ciudad

  • una ciudad cualquiera –

donde ha veinte años vivo.

Todo está igual.

                 Un niño

inútilmente cuenta las estrellas

en el balcón vecino.

Yo me pongo también...

Pero él va más deprisa: no consigo

alcanzarle:

     Una, dos, tres, cuatro,

cinco...

No consigo

alcanzarle: Una, dos...

tres...

                 cuatro...

                             cinco...

Damaso Alonso
 
 

ACERTIJO MATEMÁTICO

 

Dime, si eres entendido,

esto como puede ser:

ni tres son menos que cuatro

ni dos son menos que tres;

dos son tres si bien se advierte,

tres son cuatro si se mira,

cuatro seis y de esta suerte,

seis son cuatro sin mentira.

 

 

A la divina proporción   

 

A ti, maravillosa disciplina,

media,extrema razón de la hermosura,

que claramente acaba la clausura

viva en la malla de tu ley divina.

 

A ti,cárcel feliz de la retina,

áurea sección, celeste cuadratura,

misteriosa fontana de mesura

que el Universo armónico origina.

 

A ti, mar de los sueños angulares,

flor de las cinco formas regulares,

dodecaedro azul, arco sonoro.

 

Luces por alas un compás ardiente.

Tu canto es una esfera transparente.

A ti, divina proporción de oro.

 

      Rafael Alberti 

 

Un ladrón, un cesto de naranjas,

del mercado robó

y por entre los huertos escapó;

al saltar una valla,

la mitad más media perdió:

perseguido por un perro,

la mitad menos media abandonó;

tropezó en una cuerda,

la mitad más media desparramó;

en su guarida dos docenas guardó.

Vosotros, los que buscáis la sabiduría.

Decidnos:

¿cuántas naranjas robó el ladrón?.

 

CÓRDOBA: Escuela del Califa.

Año 355 de la Hégira

 
 

SISTEMA DE ECUACIONES

 

 

Uno es dos menos uno

soledad es uno menos todos los demás

Angel Guinda